Los multimillonarios deben ser vistos, no tanto escuchados
Pilita Clark
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Pilita Clark
El otro día, cuando Jack Ma estaba compartiendo consejos profesionales con un grupo de jóvenes líderes, su audiencia se quedó boquiabierta.
"Increíble", dijo uno de los asistentes después, al ver un vídeo de la presentación del multimillonario de Internet en Davos en Facebook. "Simplemente amo a este hombre". "Impresionante", dijo otro. "Espectacular", dijo uno más.
Me sorprendí cuando le eché un vistazo a los consejos para el éxito de Ma. El fundador de Alibaba, el gigante de comercio electrónico, comenzó diciéndole a su audiencia juvenil que básicamente no sabían nada.
"Cuando tienes entre 20 y 30 años, no sabes lo que estás haciendo", dijo. "Tienes muchas ideas. Crees que puedes hacer cualquier cosa. Pero en realidad no puedes".
Es una visión seductora. Yo misma lo he pensado después de conocer a un engreído joven de 20 años. El problema es que no es verdad.
El fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, tenía 23 años cuando se unió a la lista de multimillonarios de Forbes. John Collison, cofundador de Stripe la firma de pago por Internet, tenía 26 años, sólo dos meses menos que el cocreador de Snapchat, Evan Spiegel. Y éstos son sólo los multimillonarios, no los millonarios.
Para ser justos, estos magnates juveniles son atípicos. Pero Ma tenía aún más consejos que compartir.
Los jóvenes graduados también deben saber que su primer trabajo es crucial, dijo. No necesitan trabajar para una compañía grande y conocida. En cambio, deben "encontrar un buen jefe que pueda enseñarles cómo ser un buen ser humano" y quedarse en ese trabajo por al menos tres años.
Señaló que había aprendido mucho al pasar seis años como profesor después de graduarse.
Puedo ver el sentido de quedarse en una buena compañía con un buen jefe al comienzo de tu carrera, en lugar de revolotear interminablemente de un trabajo a otro. Sin embargo, esto supone que es fácil encontrar tal firma, y a ese empleador generoso. Yo tuve la suerte de tener un excelente jefe en mi primer trabajo en un periódico cuando era una veinteañera. Pero el mejor consejo que me dio fue que pasado un año debía dejar ese periódico y conseguir un trabajo en una compañía más grande, lo cual hice.
Sin embargo, Ma realmente me dejó perpleja cuando estableció sus reglas para la vida posterior. "Cuando tengas entre 30 y 40 años, si realmente quieres intentar hacer algo por ti mismo, inténtalo", dijo.
"Cuando tengas entre 40 y 50 años, sólo enfócate en las cosas en las que sobresales. Cuando tengas entre 50 y 60 años, ayuda a los jóvenes para que se desempeñen mejor".
Luego vino lo peor: "Cuando tengas más de 60 años, pasa tiempo con tus nietos". Ma es un hombre admirable, pero eso es ridículo.
La idea de que la carrera de una persona debe comenzar a deslizarse hacia el olvido después de los 50 es una tontería en una época en que las personas necesitan seguir trabajando durante más tiempo que nunca. También impulsa la idea deprimente de que las personas mayores no son capaces. Es cierto que a menudo parece ser así en un mundo lleno de listas de los 20 mejores escritores que son menores de 40 años y los 30 magnates menores de 30 años. Sin embargo, si listáramos a los 50 pioneros de más de 50 años, sería una lista impresionante.
Harland Sanders tenía 66 años cuando entró en el negocio de las franquicias y creó el imperio de Kentucky Fried Chicken. Ray Kroc, la fuerza detrás de McDonald's, no abrió su primer restaurante hasta que cumplió 52 años. Peter Mark Roget tenía 73 años cuando publicó su tesauro del mismo nombre.
Entonces, ¿dónde obtiene Jack Ma estas ideas? La respuesta, al parecer, es Jack Ma. El consejo que dio en Davos coincide misteriosamente con su propia carrera. Comenzó a construir Alibaba a los 30 años, pasó de ser director ejecutivo a presidente a sus cuarenta y tanto años, y ahora a los 54 años, está a punto de renunciar para concentrarse en la filantropía.
La verdadera lección que se puede aprender de él, y muchos otros multimillonarios que se han hecho a sí mismos, es su implacable autoestima. Otra persona podría haber sido aplastada por una vida temprana como la suya, que en cierto modo era un caso de estudio en rechazo. Él dice que no logró ser aceptado en ningún lado, desde la policía local hasta KFC y Harvard. También confesó una vez que no tenía ni idea de cuál era el modelo de negocios de Alibaba. Nada de eso era importante.
Su fe incansable en sí mismo lo impulsó a convertirse en el hombre más rico de China. Sin duda, también explica por qué piensa que su propia trayectoria profesional es una que todos debemos seguir.
La verdad es que los multimillonarios pueden enseñarnos mucho. Pero es mejor observar lo que hacen, no simplemente escuchar lo que dicen.